martes, 27 de agosto de 2019

Discursos inaugurales de la Escuela Gestalt


Autor: Alejandra Palmeros Montúfar

En la celebración de la inauguración de las instalaciones de la Escuela Gestalt en El Haya el pasado 9 de agosto de 2019, se presentó una nueva visión para la educación del siglo XXI. Compartimos dos de los discursos inaugurales, mismos que reflejan la visión, compromiso y objetivos con el futuro de nuestro mundo. 

Dr. Arq. Joel Olivares Ruiz

Dr. Arq. Joel Olivares Ruiz

Estimados amigos e invitados especiales a este evento, estamos en una época de crisis económica, pero principalmente de seguridad y con perspectivas no precisamente positivas para un futuro inmediato: falta de trabajo, de oportunidades, resintiendo el cambio climático, producto de un entorno contaminado. Este es el mundo que estamos heredando a las nuevas generaciones.

Sin embargo, tenemos la convicción de que todos los males y problemas sociales, así como la falta de oportunidades se resuelven con educación.

El siglo XX nos ofreció un panorama social igualitario fundado en el desarrollo industrial, la ciencia y la tecnología al servicio de la producción masiva. El siglo XXI nos ofrece otras alternativas sobre todo cuando a la ciencia y la tecnología tienen el enfoque sustentable.

Es aquí en la preparatoria donde se forja las nuevas generaciones para hacerse de las nuevas profesiones o con metas más significativas.

Lo que enfatizamos en este modelo educativo es el desarrollo personal, fundamentado en el desarrollo de inteligencia emocional, que sea esta en primera instancia empática con sus semejantes, con los distintos grupos sociales y en el desarrollo de los talentos personales sin cortapisas en creatividad, para después construir un modelo de entorno, natural y edificado, investigado las propuestas en los diversos campos para siglo XXI.

Al abrirnos a los futuros campos de desarrollo, podemos tener metas que nos clarifiquen como orientación vocacional, el cómo alcanzarlas, pero sobre todo para qué.

Nuestra propuesta educativa se fundamenta en la creatividad, como el motor del proceso cognitivo, en el diseño como la realización de las ideas, en todas las áreas del conocimiento. Tenemos ya 30 años de experiencia con este enfoque en la Universidad Gestalt


El siglo XXI es la era de la información, por ello el conocimiento no basta solo con saber, sino saber para qué. Ello requiere otros métodos de aprendizaje significativo que es la experimentación constructivista en la ciencia y en la tecnología de manera integrada. Por ello más que elegir un área, de lo que se trata es de vincular todas aquellas que se complementen y sobre todo lo que nos permita ser autosuficientes y tener visión sintáctica de los problemas. En pocas palabras es iniciar a los niños en la ciencia y tecnología aplicada como juego creativo, para que la usen operen y le vean posibilidades de desarrollo personal para su futuro.

Nuestras instalaciones están hechas bajo este enfoque: ahora es autosuficiente en agua y tratamiento de aguas negras, nuestro proyecto es para hacerla también en energía y en alimentos, con ello nos planteamos como arquitectos que este edificio sea un libro abierto.

Psc. Mónica Brunel

Psc. Mónica Teresa Brunel Marti

No hay un proyecto que no empiece por una emoción. Y no hay un proyecto que no termina por una emoción. Y no nos han enseñado nada sobre las emociones. Y no nos han enseñados nada sobre las emociones. Si se dedicara a esto algún tiempo, alguna paciencia y algunos recursos, puedo garantizarles que dentro de unos años no solo tendremos más emprendedores sino una sociedad más feliz. 

Educadores emocionales: padres, alumnos, profesores e invitados que hoy nos acompañan, hoy aquí, en estas maravillosas instalaciones creadas expresamente para dar vida a un programa educativo fuera de serie, un programa basado en la inteligencia emocional, sustentabilidad y creatividad enfocados a la ciencia y tecnología; los saludo y les agradezco en nombre de todo el equipo de la Escuela Gestalt, el estar aquí y ahora en su nacimiento. En la manifestación de la propuesta educativa que seguramente marcara de manera permanente la vida de quienes la crearon.

Si hay un entorno viral y privilegiado donde se debe iniciar la educación emocional es, sin duda, la familia. La familia es el primer elemento socializador, un lugar de construcción personal a través de los otros, un entorno vital en el que crecer y desarrollarse como persona. Los fuertes lazos emocionales entre padres e hijos hacen necesario que tanto unos como otros aprendan a ser emocionalmente inteligentes haciendo del entorno familiar un lugar de convivencia que favorezca un adecuado desarrollo. Así, los padres son los primeros que deben desarrollar su inteligencia emocional y su creatividad, pues serán referente a la hora de conseguir que sus hijos sean competentes emocionalmente. 


El desarrollo de los vínculos afectivos y de la inteligencia emocional tiene su origen en la naturaleza de las relaciones efectivas que se dan en la dinámica familiar. Además, todo ser humano tiene unas necesidades emocionales básicas que deben ser adecuadamente atendidas (por ejemplo: aceptación, aprobación, atención, competencia -sentirse capaz-, seguridad, etc.) Por lo tanto, una familia que atienda a dichas necesidades y genere un clima emocional definido por la tolerancia, el afecto, el respeto, la comprensión, el cariño, la empatía, el equilibrio, las normas y otros valores morales potenciará el adecuado desarrollo de la emocionalidad de todos (padres e hijos), así como el apoyo y ayuda en situaciones emocionalmente difíciles, la creatividad y por ende las relaciones sociales.

La familia cumple pues una irremplazable función en la educación emocional. Por tanto, consideramos que sería también fundamental la formación de la inteligencia emocional de los padres. Un buen mecanismo para garantizar la misma, son las escuelas de padres que se ofertaran en este plantel. 


Por su parte, en la escuela, el aula es el entorno crucial en el que las emociones juegan un papel central en las interacciones sociales, así como en la conducta, disposición hacia el aprendizaje, la utilización optima de los recursos, tanto naturales como personales, creatividad y el autogobierno que lleva a la persona a ser autosustentable y por lo tanto, no ser influenciable por elemento externos que pueden desviar su trayectoria hacia el pobre cumplimiento de sus deseos, objetivos y metas.

Desde la psicología positiva se reclama la necesidad de generar climas de seguridad y emociones positivas en el aula, pues éstas has mostrado efectos positivos sobre los estudiantes, asociándose a un aprendizaje optimo y a la disminución de conductas desadaptivas, facilitando el desarrollo y bienestar, felicidad y plenitud de los alumnos. 

Los docentes de esta institución son el eje central de esta propuesta educativa y les corresponde coordina la red de relaciones interpersonales y procesos educativos que se dan en la escuela. Por lo tanto, me anticipo al agradecimiento a ustedes de que el flujo de las emociones en este ámbito sea regulado hábilmente. Nuestro cuerpo docente emocionalmente inteligente percibe este movimiento afectivo para dirigirlo de forma provechosa para el aprendizaje, basándose en su inteligencia interpersonal y capacidad de liderazgo. Un docente motivador, conciliador y con buen sentido del humor tendrá un impacto positivo en sus alumnos. Por el contrario, un docente poco tolerante, rígido y con escaso manejo anímico puede afectar negativamente el clima del aula.

El sistema educativo de la Escuela Gestalt se orientará a la consecución de los siguientes fines: el desarrollo de la capacidad de los alumnos para regular su propio aprendizaje, confiar en sus aptitudes y conocimientos, así como para desarrollar la creatividad, la conciencia y responsabilidad del uso de los recursos naturales y humanos, la iniciativa personal y el espíritu emprendedor.

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