viernes, 6 de mayo de 2016

Servicio Social Comunitario de la UGD

Las actividades escolares requieren apoyo continuo en diferentes áreas.

Por Alejandra Palmeros Montúfar

Para muchos el Servicio Social es un requisito más para poder concluir los estudios universitarios. Sin embargo, esta actividad tiene como principal objetivo consolidar los conocimientos adquiridos en el aula a través de la atención de las necesidades de nuestra sociedad. Formalmente, la Ley del Ejercicio Profesional para el Estado de Veracruz (con fecha del 07 de febrero de 2013) establece que esta actividad temporal contribuye a la satisfacción de las necesidades sociales y fomenta la responsabilidad social, la reflexión y crítica para construir un mejor entorno social. En este sentido, gracias a los prestadores de servicio social, se mejoran los servicios de la comunidad y los estudiantes son capaces de tener un acercamiento de lo que es su campo profesional laboral.

La mayoría de las veces los estudiantes aspiran a cubrir sus actividades de Servicio Social en ambientes empresariales y ejecutivos buscando el más alto estándar de su área de acción, pero no se acercan a la realidad en que viven la mayoría de los mexicanos en donde la pobreza implica sobrevivir careciendo de los servicios básicos como agua potable, comida, sanitación y educación. En el afán del progreso y el crecimiento, los profesionistas difícilmente ven una oportunidad de atender a la población con escasos recursos y toman opciones más refinadas, sofisticadas y novedosas.

Las habilidades matemáticas se desarrollan
con facilidad, pero necesitan estimulación.

Consciente de esta situación, la Universidad Gestalt de Diseño oferta el Servicio Social Comunitario. El primer caso se lleva a cabo en la Casa Hogar San Felipe de Jesús, en la colonia Rafael Lucio de la ciudad de Xalapa, Ver. El proyecto se desarrollará durante seis meses gracias al trabajo de los estudiantes Karen Michelle Quintero de la licenciatura en Diseño Industrial y Juan Carlos Tapia de la licenciatura en Arquitectura. Ambos jóvenes asisten a las niñas de entre 6 y 15 años que residen en la casa hogar, auxiliándolas en sus actividades escolares. Además, le proponen a la Madre Angélica, administradora de la institución, estrategias para la mejora del espacio en donde viven.

Comprensión lectora, matemáticas, ciencias. inglés, historia… son sólo algunas de las lecciones en las que los prestadores de servicio social comunitario apoyan a las niñas de esta casa hogar. En entrevista, Juan Carlos Tapia comentó que esta experiencia ha resultado motivante, pero sobre todo un reto porque nunca se imaginó la cantidad de necesidades de atención y recursos (más allá de los monetarios o tangibles) que las niñas de la casa hogar requieren. La experiencia le ha otorgado una nueva perspectiva de la cotidianeidad, por lo que su quehacer como estudiante y futuro profesional se ha enriquecido.

¡Celebramos el compromiso de estos jóvenes por su valiosa contribución a la sociedad!

¡Diseña tu mundo! ¡Vive el diseño! 

Los deberes escolares se hacen menos pesados con buen ánimo y disposición. 

Juan Carlos Tapia asistiendo la elaboración de proyectos.

Cada edad tiene actividades y necesidades específicas.

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