Proyecto Casa Obsidiana |
Autor: Alejandra Palmeros Montúfar
Su historia con la arquitectura comienza cuando un niño dibujó el proyecto de un altarcito a la virgen de Guadalupe a petición de su papá. Sus manos trazaron aquello que sus ojos y experiencia le habían dado, pero ver como ésta se llevó a la realidad, impactó para siempre en la vida de ese pequeño. Siendo sólo un niño, Will acompañó a su padre en un ejercicio autodidacta de construir y remodelar en el rancho de la familia y a partir de ello, la semilla de la arquitectura fue sembrada.
Con un gusto particular por el dibujo y los colores, gracias al dibujo técnico conoció la representación en las geometrías y Will Landa decidió a ser arquitecto. Al momento de elegir una carrera, siempre supo que sería en la Universidad Gestalt de Diseño. Sólo necesitó ver el exterior del edifico y tras conocer su dinámica académica, confirmó su decisión.
Con un gusto particular por el dibujo y los colores, gracias al dibujo técnico conoció la representación en las geometrías y Will Landa decidió a ser arquitecto. Al momento de elegir una carrera, siempre supo que sería en la Universidad Gestalt de Diseño. Sólo necesitó ver el exterior del edifico y tras conocer su dinámica académica, confirmó su decisión.
Proyecto casa club de golf, municipio de Emiliano Zapata |
La licenciatura en Arquitectura fue un cúmulo de experiencias. Aunque había materias con retos diferentes, en el taller de diseño es en donde se sentía más integrado. Durante su etapa formativa en la Universidad Gestalt de Diseño, hacía mancuerna con Omar Freyre y juntos lograron el segundo lugar para el Museo de la Isla de Sacrificios. Esta amistad se ha mantenido a través de los años. Will recuerda con especial nostalgia los discursos motivacionales del Arq. Brahim Bautista, el trabajo con el Arq. Omar García y el Arq. Beto Herver que evidenciaban lo importante que era ver a la arquitectura como un disfrute que se tenía que compartir con los clientes.
Proyecto personal Casa Obsidiana. El proyecto jugar con los materiales aparentes como madera, cantera, acero, entre otros, así como el aprovechamiento de la luz natural y artificial. |
Al egresar de la licenciatura en Arquitectura comenzó a trabajar, pero la vida le hizo enfrentarse de cara a un terrible acontecimiento. Sobreponiéndose a ello, Will recomenzó su proyecto y en el 2014 fundó su despacho, WL Arquitectura. En compañía de su pareja tocaron puertas, visitaron locales, comercios con el objetivo de darse a conocer. El principal reto fue ganarse la confianza de los clientes, hecho que hoy se confirma como lo demuestran los trabajos desarrollados en colaboración con otros arquitectos y bien, para particulares.
Proyecto comercial de estética en colaboración con el Arq. José Luis Morales Ruiz |
Para Will no hay proyecto grande o pequeño en donde brinde calidad. Si bien en cierto que la mayoría de los clientes siempre tienen limitaciones económicas, el arquitecto debe adaptarse a sus necesidades sin perder la calidad que le compromete su trabajo. Por ello su trabajo se caracteriza por estar cerca de sus necesidades. Habla con ellos, escucha con cuidado sus intereses y busca guiarlos hacia la mejor opción. Nunca es fácil lograrlo, pero la satisfacción del cliente al ver el resultado vale la pena por su recomendación.
Proyecto Roof Garden |
Mucho de su labor profesional tiene que ver con el tema de interiores y, sin tener la formación como tal, se ha enriquecido y fortaleciendo, apostando por las necesidades de mercado. Sus alianzas con profesionales, así como la constante capacitación, han sido estrategias vitales para poder atender los requisitos del cliente.
De igual manera, Will Landa se ha especializado en el área de la representación gráfica digital de la arquitectura, mejor conocido como rendering profesional y está en proceso de obtener diversas certificaciones para seguir creciendo en el fotorrealismo digital. El futuro de la arquitectura implica un conocimiento del espacio y la luz a través de esta importante herramienta tecnológica.
Su sello como diseñador se concentra en lograr serenidad a través de la iluminación, acabados aparentes, el trabajo de la forma del espacio y la aplicación de los conceptos, para que el cliente quede satisfecho. Esta cualidad le ha permitido trabajar con diversos arquitectos de la región.
Dentro de su experiencia, recuerda el proyecto de La Mexicana, una dulcería en donde lo único que tenían que hacer es modificar un plafón. En compañía de la Arq. Krishna Lara se hizo una propuesta con geometrías proyectivas, iluminación y colores a partir de la imagen icónica del chupirul, la paleta por excelencia en el imaginario de la infancia en México. La dulcería no está ubicada en una zona de alta plusvalía, pero impactó en forma positiva en el lugar y la zona.
Remodelación de cocina integral con barra de cuarzo y gabinetes de madera |
Los retos del profesional no sólo implican el trato con el cliente, sino también saber aprovechar las habilidades y fortalezas propias y de los miembros de su equipo. Aquel niño que vio sus dibujos hechos una realidad, ahora es capaz de aceptar retos más ambiciosos y está dispuesto a seguir creciendo para hacer realidad sus proyectos.
“El arquitecto debe adaptarse al espacio y aprovecharlo al máximo. Tenemos una responsabilidad muy grande con la sociedad.”
Conoce más de su trabajo en sus redes sociales:
Diseño de recámara infantil con diseño de luces. Vista diurna y nocturna. |
Interior de dulcería "La Mexicana" |
Alberca de la Casa Club de Golf, municipio de Emiliano Zapata |
Rehabilitación de recámara principal en Casa Coatepec |
Proyecto Torre de departamentos |
Proyecto de representación digital para el arq. José Luis Morales de un hotel ecoturístico en el municipio de Emiliano Zapata |
Proyecto personal de casa dúplex en terreno de 6.60 x 15m |
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