Autor: Alejandra Palmeros Montúfar
Cuando nos atrevemos a salir de la zona de confort somos capaces de ver las cosas desde otra perspectiva y atrevernos a dar mucho más. Si abrir y mantener un despacho de diseño arquitectónico es complicado; salir del país y empezar lejos de casa, mucho más. Sin embargo, lo difícil no es imposible, sólo es cuestión de trabajo y fe.
Esta es parte de la historia de Luis Enrique Hernández, un talentoso Arquitecto egresado de la UGD que se aventura a hacer lo que más disfruta más allá de lo habitual.
Esta es parte de la historia de Luis Enrique Hernández, un talentoso Arquitecto egresado de la UGD que se aventura a hacer lo que más disfruta más allá de lo habitual.
Fachada top, modelo Martínez de la Torre |
Lo que más recuerda de su etapa formativa son los talleres integrales en donde tuvo muy buenas experiencias y aprendizajes. En esas semanas había mucha tensión por trabajar en equipo y a un ritmo acelerado, pero confiando en los demás y aportando con sus habilidades se alcanzaba la meta respetando el quehacer de cada uno. De no haber vivido esa experiencia, se hubiera sentido indefenso en el ámbito profesional ya que la Arquitectura no es labor de un solo hombre, sino de equipos.
Fachada P., modelo Av. Orizaba |
En el último año de la carrera, la Arq. Lorena Broca identificó en él una gran habilidad para el desarrollo de modelo en 3D y le invitó a realizar el Servicio Social con el Arq. Enrique Murillo. Gracias a ello, Luis Enrique tuvo sus primeras experiencias profesionales en el despacho de este gran profesional, ícono de la arquitectura xalapeña. En aquella época, si bien dormía poco, estaba muy motivado. Tan fascinado quedó del trabajo en el despacho que al término de Servicio Social, alargó su estancia y agradece mucho el estar detrás del equipo que trabajó la sala de conciertos Tlaqná, casa de la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX).
Vista norte, proyecto Casa Bravo, Aguascalientes |
Tras dejar la oficina del Arq. Murillo, Luis Enrique pasó a una nueva etapa de crecimiento, ya como egresado, en donde estuvo al frente del proceso de diseño y constructivo para el grupo Chedraui elaborando plazas comerciales, locales y oficinas. A la par, aparecieron proyectos residenciales, unifamiliares y remodelaciones. Para Luis Enrique, este proceso en donde estaba involucrado tanto en el diseño como en el proceso constructivo le fue muy enriquecedor: calcular estructuras, vigilar los procesos y la administración de obra ampliaron su seguridad y lo animaron a dar el siguiente paso: abrir un despacho de diseño.
Recámara, proyecto Casa Bravo, Aguascalientes |
Emprender fue un proceso difícil y duro, más para un joven de menos de poco más de 25 años, pero tuvo el valor y la entereza de que podría hacerlo. Fue así como abrió Kunit Arquitectura y comenzó una etapa de más responsabilidades y compromisos. Estar al frente de una compañía es una gran responsabilidad ya que se debe vigilar el desarrollo de proyectos, pero también no descuidar las diferentes áreas que aunque son abordadas en la escuela, pocas veces el estudiante le da la importancia necesaria: la contaduría, lo legal y fiscal. Para Luis Hernández, es sumamente importante ser ordenados y éticos, rodearse de personas profesionales que permitan que una oficina crezca.
Fachada principal y detalle de Proyecto Torre de Departamentos HR. |
Después de un gran número de proyectos, Luis Enrique sentía que había hecho mucha obra en México y estaba satisfecho con ello. Pero ¿qué había más allá? ¿Podría atreverse a salir de los límites del país? Inscrito en Open Gap, una plataforma que reúne convocatorias internacionales de arquitectura y diseño, respondió en más de una ocasión para el Winter Station. Ésta junto con la Warming Huts son las más importantes en Canadá y promueven la arquitectura en su estado más puro. Luis Enrique no se rindió por no tener éxito en un primer intento y envió una nueva propuesta en el 2019 con el tema de la migración. Tras superar la selección de los 20 finalistas, recibió una llamada que le solicitaba coordinarse con el product manager de la exhibición: había sido ganador.
Comenzó un proceso en donde la ejecución de la propuesta se desarrolló a distancia y completamente en inglés. La obra es un pabellón arquitectónico inspirado en la migración que hace la mariposa monarca, como una analogía a la migración latina. La propuesta se exhibió 3 meses en Ontario y después hizo un recorrido en otras ciudades que durará 5 años. La propuesta fue tan bien recibida que a través de la votación de la ciudadanía eligió esta propuesta como la mejor exhibición del 2019.
Para Luis Enrique Hernández, ir a Toronto a la premiación y ver cristalizados todos los esfuerzos de su formación, las esperanzas de sus padres y maestros fue lo mejor de la experiencia.
Para Luis Enrique Hernández, ir a Toronto a la premiación y ver cristalizados todos los esfuerzos de su formación, las esperanzas de sus padres y maestros fue lo mejor de la experiencia.
Fachada del loft studio e interior (living room/kitchen), Morada del Quetzal |
Ganar el premio internacional Winter Station le permitió a Luis Enrique ampliar su rango de acción. Actualmente trabaja en Toronto, pero desarrolla proyectos en norteamérica y México. Sus planes son lograr que su despacho se haga internacional y crecer la escala arquitectónica con museos, galerías, iglesias y librerías. para ello, está en un proceso de acreditación de licencias y la emoción lo embriaga. Sabe que hay pocos latinoamericanos que se atreven a dar ese brinco por miedo a dejar a la familia y las comodidades de nuestro país, pero estando en Canadá, las posibilidades se han ampliado.
Espejo de agua y corredor principal de Casa de descanso 20 Aguas, Cempoala, Ver. |
En retrospectiva, tras tantas experiencias y aprendizajes, Luis Hernández afirma que la arquitectura mexicana tiene gran nivel en cuanto a la creatividad y uso de materiales, pero hay que mejorar muchos procesos para lograr subir los estándares de velocidad y control de calidad. El mundo es muy amplio y todo aquel que desea vivir de la arquitectura, debe viajar y observar todo sin miedos o prejuicios. En medio de la situación de la pandemia, se han abierto muchas posibilidades por lo que debemos dejar atrás la arquitectura escultórica o muy egocéntrica: el arquitecto sirve a sus usuarios y su espacio.
Luis Enrique Hernández |
https://www.instagram.com/luis_enriquehd/
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