jueves, 12 de mayo de 2022

El futuro está en el pasado


Autor: Dr. Arq. Joel Olivares Ruiz

Tendemos a mirar el futuro como incierto analizando las tendencias sobre todo en los países desarrollados. Para nosotros que nos dedicamos a la educación en la arquitectura viajar es un ejercicio enriquecedor porque podemos comprobar la aplicación de las teorías sobre todo en el Desarrollo Urbano, en referencia al control de la contaminación ambiental y la forma en que se continúa la expansión de la ciudad. De hecho, es una de las virtudes de nuestra profesión, el interés de visitar las obras en cualquier parte del mundo es una motivación indescriptible: Abu Simbel y Karnac en Egipto, el Pantheon en Roma, la Torre de Pisa, la Catedral de Notre Dame en París, la Torre Eiffel, el Museo de Etnografía de Jean Nouvel, o el Museo Judío en Berlín de Daniel Libeskind; en planificación urbana, visitar Venecia que es una isla peatonal, el Lido la isla enfrente, que es vehicular, Ámsterdam planificada para el transporte pluvial y con una extensa red de ciclovías o Chandigarh en la India, la ciudad planificada de Le Corbusier. O la arquitectura urbana como los multifamiliares de Marsella de Le Corbusier, así como los contemporáneos de la M30 de Sainz de Oiza en Madrid,  sus aplicaciones en Tlalteloco con las supermanzanas. Son todos modelos de éxito que se podrían seguir si nos aplicáramos en ello.

Venecia

La falta de legalidad en la aplicación de las leyes y reglamentos en nuestra América Latina hacen que nuestras ciudades carezcan de planeación urbana y eso trae consecuencias. En el Foro de Cop 16 de la UNESCO donde participamos representando al Colegio de Arquitectos de Xalapa presentamos una ponencia sobre el cambio climático y el cómo afecta a nuestras ciudades mexicanas y por extensión hacia Latinoamérica. En ese momento acababa de pasar un huracán en el Puerto de Veracruz que dejó inundado el zócalo y algunos fraccionamientos con dos metros de agua, todo por construir en zonas de pantano cubiertas de concreto.

Ayuntamiento de Veracruz inundado debido al huracán Karl

La modernización de las ciudades del siglo XX ha producido el negocio del siglo al comprar en pesos por hectárea y venden en miles por metro cuadrado ya urbanizado; en la economía llamada "del ladrillo" donde intervienen los bancos, hizo que en 2008 cayera la economía con la llamada burbuja inmobiliaria que sería el manejo de préstamos hipotecarios a bajo costo sin respaldo financiero. De esta manera, las ciudades crecen bajo una economía ficticia pero el resultado es la carencia de servicios bajo el modelo de ciudades de quinto patio -refiriéndose a la ampliación de los patios en el siglo XIX en la Ciudad de México que solían utilizar los mismos servicios de los fraccionamientos aledaños sobre todo el acceso. Esto colapsa el servicio de agua potable, drenaje, captación en el drenaje del agua pluvial, servicio eléctrico y movilidad urbana.

Inundación por el paso del huracán Karl

Así, pasar varias horas para circular en las horas pico apenas entre 10 y 50 kilómetros para ir a las escuelas, de compras o al trabajo, resulta una pérdida de tiempo, de energía en gasolina-petróleo y contaminación. Vivir una ciudad bajo este modelo es de baja calidad habitativa. Aunque se tenga la ilusión un día de tener un pedacito de terreno y micro casa propia.

Pareciera que no existe el profesional adecuado para las soluciones de la ciudad y no es cierto. Somos los arquitectos los especialistas en los problemas de la ciudad, solo que estamos educados mayoritariamente en universidades con un enfoque funcionalista que damos por hecho que nuestra escala es la arquitectura hasta algún conjunto residencial o de servicios, pero siempre y cuando seamos contratados. Algo que es completamente improbable porque el departamento de Obras Públicas del municipio solo contrata obras de bajo diseño y alto costo; su única preocupación es la reducción del tiempo. Los paquetes de obra son servicios de infraestructura, pavimentación y algunos edificios como mercados, centros de salud o escuelas. El problema es que el Desarrollo Urbano se percibe solo en el solucionar carencias, es decir ir detrás de los problemas y nunca hay dinero suficiente para cubrir todas esas carencias para planear los nuevos crecimientos. Los nuevos fraccionamientos son más de la iniciativa privada financiados con los bancos o de colonización emergente en la venta de lotes a bajo costo sin papeles.

El Pritzker, el Premio Internacional de Arquitectura ha galardonado a Alejandro Aravena, arquitecto chileno por una propuesta de Diseño arquitectónico de Desarrollo Urbano de una casa de bajo costo de crecimiento al 50% para replicarse por miles, sin evaluar el impacto que tendría la aplicación de ese modelo en el crecimiento desmesurado de las ciudades. Eso indica los límites mentales de la mayoría de los arquitectos de comprender que la disciplina es solo en los edificios y no en la ciudad.

En otras palabras, el caos de la ciudad es por la acción o por omisión de nosotros arquitectos, vivimos la ciudad, pero ni la cuestionamos ni buscamos las soluciones a pesar de que estamos preparados para ello, lo paradójico del caso es simplemente porque no nos lo preguntan.

El actual modelo económico financiero es hacer nuevas ciudades junto a las viejas, una especie de crear zonas de alto nivel para emigrar de aquellas degradadas, como Santa Fe en Ciudad de México o San Pablo Garza García en Monterrey, que son diferentes en escala a los antiguos fraccionamientos de los años 50 como Las Lomas en Ciudad de México o Las Ánimas en Xalapa. A escala urbana el nuevo El Cairo en Egipto, al otro lado de la rivera del Nilo, está ya en construcción bajo el modelo de ciudad del desierto de Dubai.

Masdar

Mientras que todos miran a Dubai como el futuro, Los Emiratos Árabes miran para el pasado. Una ciudad peatonal como smart city a 23 km de Dubai es Masdar, una ciudad sustentable, de reciclaje, delimitada a 30 mil habitantes, verde y con producción propia de alimentos. La movilidad urbana eléctrica y la obtención de energía es solar. No emite contaminación; es un avance muy previsor, financiando ahora un modelo sustentable como futuro cuando al país árabe se le acabe el petróleo.

El pasado de las ciudades son las aldeas y esto es lo que se está haciendo Burdeos en Francia, la ciudad modelo del siglo XVIII que tomó el Barón de Haussmann para modernizar a la medioeval París.

Grand Théâtre de Bordeaux

Ahora en pleno siglo XXI nos encontramos con un Burdeos, la ciudad europea mejor conservada del siglo XVIII, hecha de cantera color arena, una ciudad de un millón de habitantes, el centro histórico que es solo peatonal como una isla, en la llamada zona de protección sustentable circula el metro sobre tierra como tram, los autobuses eléctricos, motocicletas y bicicletas, algunas eléctricas, patinetas. Toda movilidad compartiendo el espacio urbano. La limitación de automóviles particulares para llegar al centro está matizada con amplios estacionamientos municipales subterráneos en las plazas o el bosque junto a la feria.

La solución de la movilidad urbana priorizando la peatonalización se complementa con el modelo de desarrollos urbanos conectados con el metro-tram al estilo de los viejos newtowns de Inglaterra o ciudades satélites de México.

Tranvía, sistema que favorece la movilidad urbana

Son pequeñas aldeas con las habitaciones en la parte de arriba de los edificios conectados con calles peatonales y plazas comerciales. Toda la vida está abajo, esta es la diferencia de los desarrollos habitacionales individuales: son terrenos privados que cuentan con servicios al interior, pero la calle está vacía, no tiene vida.

En estos desarrollos en la mañana se monta un mercadillo de aldea, así los vecinos se saludan al hacer sus compras de lo que van a consumir y con los horarios de los que salen y llegan de trabajar o de ir a la escuela, la pequeña ciudad siempre tiene vida, con todos los servicios comerciales, deportivos y de trabajo. Los desarrollos de usos mixtos tienen identidad como aldeas y esa es la principal virtud del pasado, además de la escala peatonal, ese modelo del pasado como pequeñas aldeas paradójicamente es el futuro, sobre todo cuando se conviertan sustentables y autosuficientes en alimentos básicos.

Así se vive una ciudad sostenible con el pasado aun presente en el centro histórico, con el proceso de urbanización no como ciudades satélites sino como pequeñas aldeas residenciales con todos los servicios y la interconexión y sistemas de movilidad no contaminante y donde predomina la escala peatonal.

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