martes, 23 de agosto de 2022

Mente y cuerpo saludables para aprender mejor


Autor: Mariana Dávila Gorbea

Usualmente cuando hablamos de estar saludables pensamos en un persona fitness y feliz, cuerpo y mente en armonía. Sin duda alguien así lo es; sin embargo, existe un tercer factor que muchos desconocemos y es el factor social que también impacta en nuestra definición de salud.

La OMS describe la salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social, por lo que no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades es estar sano. Así es: el factor social que implica el socializar es indispensable para el ser humano.

El trabajo de diseño tiene procesos individuales y grupales

Nuestra condición humana está definida por la cultura y ésta no se desarrolla estando aislados. Sin las relaciones sociales no hubiéramos evolucionado hasta ser quienes somos. La perspectiva socio cultural considera la importancia que tienen los grupos que rodean a la persona en su proceso de socialización siendo, uno de sus principales propósitos, que el individuo forme parte de un grupos social.

¿Y cómo esto me ayuda o afecta?

Muchos estudiantes colaboran activamente en las actividades de la UGD

Ser social no solo se trata de la parte emocional que crea lazos en las relaciones, sino también con factores a nivel cerebral. Socializar protege tu cerebro contra el detrimento cognitivo; este deterioro en un nivel “leve” se clasifica en dos tipos: el amnésico, que afecta principalmente a la memoria. Por ello, una persona aislada puede comenzar a olvidar información importante que previamente habría recordado fácilmente como citas, conversaciones o eventos recientes.

Cuando trabajamos en las aulas y talleres, aprendemos más y mejor

El segundo deterioro es el no amnésico que afecta habilidades de pensamiento distintas de la memoria como la capacidad de tomar decisiones acertadas, calcular el tiempo o la secuencia de pasos necesarios para completar una tarea compleja o la percepción visual.

Nuestro cerebro alcanza el volumen de un adulto a los 7 años. Es por ello que de niños deberíamos estar preparados para las primeras interacciones sociales sencillas. Sin embargo, aunque ya no se haga mayor en tamaño, el cerebro humano se sigue moldeando hasta los 25 años, periodo en el que la socialización juega un papel muy importante. Es tan importante que influye de manera determinante en la maduración cerebral.

El cerebro activo difícilmente se deteriora. ¡No hay edad para dejar de aprender!

¿Me estas diciendo que socializar me hará más inteligente?

No lo digo yo... ¡lo dice la ciencia!

La falta de socialización afecta de diferentes maneras a la maduración cerebral. Es tan perjudicial que impacta y retrasa el desarrollo cerebral en general, la ausencia de relaciones sociales con las que se produzcan interacciones de calidad no solo afectan el ánimo y la conducta, sino también la salud cognitiva y a la motricidad.

¿Y que puedo hacer?

El creativo debe estar abierto a nuevas experiencias para mejorar su creatividad

Es muy recomendable realizar nuevas actividades y de esta manera conocer gente nueva de entornos diferentes a los habituales. Evitar el aislamiento social, salir a la calle para charla e intercambiar ideas con personas conocidas e incluso desconocidas. 

Y bueno, la escuela es perfecta para ello.

La escuela es uno de los mejores espacios para aprender y estrechar lazos de amistad y vínculos profesionales.


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